Al caminar hacia su casa después de un día de escuela, Manta Oyamada ve a un niño de su edad observando las estrellas. Sin embargo, lo que más le llama la atención es que este niño esta rodeado de fantasmas. Al día siguiente, Manta cuenta a sus compañeros de clase lo que ha visto, pero ellos no le creen. Pocos momentos después cree que tiene una oportunidad de demostrar que ha dicho la verdad cuando el maestro llega acompañado de un niño de nuevo ingreso, que resulta ser el mismo al que Manta habia visto el día anterior. Se trata de Yoh Asakura el cual finge desconocer a Manta y evita hablar sobre los fantasmas que lo acompañaban.
Al observar la persistencia demostrada por Manta, finalmente accede a hablar con él sobre el asunto. Yoh le explica que él es un shaman, un vínculo entre éste mundo y los espíritus del más allá, y le dice que esta en búsqueda de un espíritu que sirva como su compañero personal y con el cual pueda fusionarse, todo esto con el fin de convertirse en el Shaman King, una especie de título otorgado al mejor y más poderoso de los shamanes.